miércoles, 23 de abril de 2008

DESARROLLO DE LA PROFESION DEL ARCHIVISTA
Para entender el desarrollo de la profesión de archivista en Colombia, es preciso comprender una serie de aspectos propios de la evolución de una actividad que durante muchos años estuvo relegada al último lugar en la mayoría de las organizaciones.
Durante buena parte del siglo XXI, el cargo de archivista, tanto en instituciones públicas como privadas, no gozaba de la importancia que si tenía, por ejemplo, en los países europeos. En general se trataba de cargos de bajo nivel en la estructura organizacional y para los cuales no se exigían mayores requisitos de formación universitaria, e incluso en muchas empresas solo era suficiente el poseer un diploma de bachiller para ocupar estos cargos. De otro lado, la normatividad vigente en nuestro país en esta materia era muy escasa, por lo que el manejo y administración de los archivos nunca fue una preocupación de la administración.
De este panorama, se exceptuaban algunos archivos históricos, los cuales debido a la naturaleza de sus fondos y a cierta presión de los investigadores por el adecuado manejo de los mismos, eran administrados generalmente por historiadores. A lo anterior se suma el hecho de que la archivística era una disciplina desconocida, al menos hasta principios de la década de los 70 y quienes dirigían los archivos no tenían conocimientos específicos en este campo. De igual forma, no existían espacios académicos en este campo, lo que se reflejaba en una débil oferta de cursos de capacitación en el área de los archivos y la documentación.
Esta situación se debía fundamentalmente a que le función archivística no era valorada dentro de las instituciones y por lo tanto solo se quedaba en el terreno de un simple oficio u ocupación, que aunque necesaria no gozaba de aceptación social ni laboral.
Unos años antes de la apertura del programa de Archivística de la Universidad de la Salle, el Archivo Nacional bajo la dirección de Fray Alberto Lee López, había comenzado a liderar un proyecto para establecer un sistema nacional de archivos en nuestro país y había iniciado la publicación de varios materiales relacionados con los archivos históricos.
Los anteriores antecedentes sembraron la semilla para la consolidación de un colectivo profesional, cuyo único común denominador era su amor por los archivos y el hecho de que compartían los mismos intereses y problemas en cuanto al manejo de los documentos en empresas públicas y privadas. Fue así como en el año de 1973 se crea la Asociación colombiana de Archivistas – ACAR, cuya sede principal fue establecida en la ciudad de Medellín, conformada en su mayoría por archivistas empíricos y autodidactas. Posteriormente se crean sucursales de ACAR (denominados capítulos) en los departamentos de Cundinamarca, Santander, Nariño y Risaralda. La ACAR tuvo un periodo de crecimiento importante durante las décadas de los 70 y 80; sin embargo, por razones de estructura y algunos problemas estatutarios, los capítulos fueron perdiendo presencia y se fueron cerrando. Para finales de la de década de los 90, solo funcionaba la sede principal en Medellín, la cual sin embargo ya no tiene la presencia nacional de sus primeros años. Durante estos cinco lustros, ACAR contribuyó a la consolidación de una conciencia colectiva frente a la profesión; participó activamente en la formación de funcionarios de archivos públicos y privados, en especial en los niveles técnicos, ya que la Universidad de la Salle, había asumido la responsabilidad de formar los profesionales que el país empezaba a demandar.
Con la casi desaparición de ACAR, conformada principalmente por profesionales en disciplinas diferentes a la archivística, provenientes en su mayoría del mercado laboral, se fue diluyendo la idea de una asociación profesional; A finales del año 2000, un grupo de profesionales de la Universidad de la Salle, decide asumir la tarea de llenar el vacío existente y crea la Sociedad Colombiana de Archivistas, la cual continua con la linea de trabajo de ACAR así como algunos de sus postulados, y agregando otros, necesarios para una nueva sociedad, en la cual os archivos cobran especial relevancia frente a las nuevas tendencias en la gestión de la información empresarial.
Para la nueva asociación, el trabajo, si bien resulta complejo y difícil, el hecho de contar con un Sistemas Nacional de Archivos consolidado, con más de 600 archivistas profesionales (más del 90% egresados de la Universidad de la Salle) y un número mayor de técnicos (egresados del SENA y del Tecnológico de Antioquia), así como la labor de concienciación realizada por el AGN, aspectos que unidos a la Ley 594 de 2000 o Ley General de Archivos, hacen que el futuro de una asociación de archivistas sea hoy en día más prometedor.
Durante estos años, el desarrollo de las asociaciones de archivistas en Colombia se ha caracterizado por una serie de aspectos que conviene señalar:
1. Su creación ha sido motivada por el interés de un grupo de profesionales, funcionarios de archivos, profesores de archivísticas y de instituciones archivísticas, conscientes del papel que dentro de una sociedad juegan las agremiaciones.
2. El estado no tiene ningún tipo de incentivo para el trabajo gremial.
3. La participación de los trabajadores de los archivos en sus diferentes niveles, ha sido muy reducida frente al potencial existente, pues se estima que menos de 0.1% ha pertenecido, pertenece o desea pertenecer a una asociación.
4. Los socios son atraídos por intereses particulares o por los beneficios que se desprenden de su pertenencia a una asociación profesional, pero muy pocas veces se incorporan a las asociaciones porque tengan un real y verdadero sentido de comunidad profesional.
5. No existe una verdadera conciencia sobre los deberes y responsabilidades que se adquieren cuando se solicita el ingreso a las asociaciones de archivistas o de cualquier otra naturaleza.
6. Las difíciles circunstancias económicas con las que deben trabajar las asociaciones de archivistas, impiden su adecuado desarrollo así como su crecimiento sostenido.
Las cuotas de afiliación o sostenimiento a pesar de ser muy reducidas, no son cumplidas oportunamente por los socios.
Sin embargo, es necesario reconocer que buena parte de la crisis de las asociaciones de archivistas se ha debido a la falta de gerenciamiento de las mismas, así como a una débil autoimagen, lo cual dificulta aún más su adecuado desarrollo y crecimiento. En Colombia, es particularmente interesante ver como las asociaciones de archivistas, hasta ahora, han resultado incapaces para enfrentar con éxito los cambios sociales, políticos, económicos, empresariales, educativos, etc., lo cual las ha llevado a desaparecer casi totalmente∗.
En muchos casos se han visto como una especie de sindicatos que buscan proteger el ejercicio de una actividad más que contribuir al desarrollo de un conocimiento y a la consolidación de una profesión, situación que no les ha permitido desarrollar eficazmente su trabajo.
Entre los errores más significativos del trabajo gremial de las asociaciones de archivistas se encuentran:
• Deficiente gestión gerencial
• Bajo perfil de dirección en los cuadros directivos
• Desviación del objeto social
• Ausencia de planeación
• Débil autoimagen
• Inadecuado manejo de sus recursos
Estos factores sin embargo, pueden ser eliminados si las asociaciones profesionales de archivistas comprenden que su papel no es únicamente el de la agremiación, sino que su misión va mucho más allá de la responsabilidad frente a sus asociados o a la protección del ejercicio de una profesión; las asociaciones tienen que convertirse en instrumentos de desarrollo no solo de la profesión sino de los archivos y de la archivística.
∗ Unos de los pilares de la Sociedad Colombiana de Archivistas, es precisamente el relacionado con el manejo gerencial que debe caracterizar su accionar, para lo cual se cuenta con un Plan Estratégico a cinco años, cuyo desarrollo comprende cuatro áreas: financiera y de sostenimiento; académica; empresarial; de investigación, para ello deben tener objetivos estratégicos, metas de largo plazo, visión de futuro y sobre todo contar con reconocimiento social y este solo se puede lograr cuando sean capaces de abandonar la creencia de que solo deben ocuparse de los intereses de sus socios; esto significa que cualquier asociación de archivistas debe reconocer en todos los archivistas un “socio potencial”, hacia el cual es preciso orientar su accionar.
En otras palabras, se requiere de una acción de liderazgo que recupere la imagen de las asociaciones de archivistas y las proyecte dentro del escenario del siglo XXI como instrumento para lograr la meta de convertir a esta sociedad en una verdadera sociedad de la información y del conocimiento.

PERFIL DEL PROFESIONAL EN ARCHIVÍSTICA
El perfil profesional del archivista se inscribe en una propuesta humana, técnica y política. En el marco humano desarrolla un compromiso con la sociedad permitiendo un acceso ágil y eficiente de la información.
En lo político desarrolla un compromiso con el rescate de la información, involucrándose profundamente con los procesos asociados con el tratamiento moderno de la información y la gerencia de los sistemas.
Entre las habilidades y características deseables que debe tener todo archivista están
 Habilidad verbal, razonamiento abstracto y memoria
 Gerenciar sistemas de información.
 Aplicar las tecnologías apropiadas para el tratamiento, almacenamiento, recuperación y difusión de la información.
 Investigar temas propios de la archivística que permitan aportar conocimientos nuevos a la disciplina.
 Facilidad para el procesamiento y entrega de información
 Capacidad de observación, análisis y síntesis
 Iniciativa y orden
 Facilidad para las relaciones interpersonales
 Disposición para el trabajo en equipo
 Capacidad de investigación
 Habilidad para elaborar organigramas, cronogramas, inventarios e índices.



Tipo
Descripción
Perfil Del Aspirante
- poseer principios eticos y criterios morales compatibles con la filosofia de la universidad. - tener espiritu de iniciativa creatividad y sentido de liderazgo. - capacida de comunicarse eficientemente en forma oral escrita y de trabajo en equipo. - tener una mente abierta y organiza - disponer de una amplia cultura general. - demostrar una gran capacidad de servicio.
Perfil Ocupacional
- profesional de la informacion - investigador en ciencias de la educacion. - planificador de sistemas de informacion. - dise?ador de sistemas de informacion. - administrador de sistemas de informacion. director de unidades de informacion. - docentes en ciencias de la informacion. - analista y organizador de informacion. - generador de informacion.
Perfil Profesional
el bibliotecologo y archivista debe tener los conocimientos habilidades destrezas y valores para planear analizar dise?ar evaluar y poner en produccion servicios y sistemas de informacion con base en la utilizacion de tecnologias modernas especialmente las apoyadas en la informatica y las telecomunicaciones. debe tener una formacion etica y el conocimiento cientifico-tecnologico tal que le permita determinar el tipo de informacion requerida para la adecuada toma de decisiones. debe estar en capacidad para planear dirigir coordinar y organizar sistemas de informacion biliotecas y servicios de documentacion para el uso de instituciones y personas. debe poder utilizar tecnologias de procesamiento de informacion y de comunicaciones en el analisis dise?o alcenamiento recuperacion y difusion de la informacion. debe poder liderar la creacion manejo y actualizacion de la infraestructura de informacion para el acceso a las fuentes del conocimiento de las instituciones y las personas.













CODIGO ETICO DEL ARCHIVISTA

01 El archivista debe proteger la integridad del material archivístico y así garantizar que éste continúe siendo una evidencia confiable del pasado.

La obligación primordial del archivista es la de preservar la integridad de los documentos bajo su cuidado y custodia. Para cumplir con esta tarea deben considerarse los legítimos, aunque a veces conflictivos, derechos e intereses de la institución que ofrece el servicio, así como de los dueños, de los protagonistas de los documentos y de los usuarios del pasado, presente y futuro. La objetividad e imparcialidad del archivista es lo que aquilata su profesionalismo.

Sin importar de dónde venga, el archivista debe resistir cualquier tipo de presión que pretenda manipular evidencias o distorsionar los hechos.

02 El archivista debe valorar, seleccionar y mantener los documentos archivados dentro de sus contextos histórico, legal y administrativo, respetando así el principio de procedencia, preservando y haciendo evidentes las relaciones originales de los documentos.

El archivista debe actuar bajo los principios generales aceptados por la práctica. Debe realizar sus tareas y funciones de acuerdo con los principios de la archivística, con respeto a la creación, mantenimiento y disposición de documentos activos y semiactivos, incluyendo los de carácter electrónico y de multimedia; la selección y adquisición de documentos para su custodia archivística; el resguardo, preservación y conservación de archivos bajo su cuidado, y la catalogación, descripción y publicación que hará accesible el uso de esos documentos.

El archivista valora los documentos de manera imparcial, basando su juicio en un conocimiento profundo de las necesidades administrativas y de las políticas de adquisición de su institución. En cuanto sea posible debe clasificar y describir los documentos seleccionados para ser retenidos, de acuerdo con los principios archivísticos (ante todo el principio de procedencia y el principio de orden original).

Debe adquirir documentos de acuerdo con los propósitos y recursos de su institución. No puede buscar o aceptar adquisiciones que hagan peligrar la integridad o la seguridad de los documentos ya existentes; debe cooperar para asegurar la preservación de los documentos buscando el recinto adecuado para los mismos.

El archivista debe esforzarse por que regresen al país de origen los documentos y archivos públicos tomados en tiempos de guerra o de ocupación militar.

03 El archivista debe proteger la autenticidad de los documentos y asegurar que su valor no sea alterado durante el proceso archivístico, la conservación y el uso.

El archivista se asegura de que el valor de los documentos, incluyendo los electrónicos o de multimedia, no sea alterado o maltratado a lo largo del proceso archivístico de catalogación, valoración y descripción, y durante la conser vación y el uso.

Cada consulta de un documento debe llevarse a cabo de acuerdo con criterios y métodos cuidadosamente establecidos.
El reemplazo de originales por otros formatos deberá hacerse a la luz del valor legal, intrínseco y de contenido de los documentos.
Hay que informar al usuario cuando algún documento de acceso restringido haya sido temporalmente removido de un archivo.

04 El archivista debe asegurar el acceso continuo y la inteligibilidad del material archivístico.

El archivista selecciona los documentos que deben ser conservados o destruidos primordialmente para salvar el testimonio de la actividad, de la persona o de la institución que produjo y acumuló los documentos, pero también debe tener en mente los cambios en las necesidades de investigación.

Los archivistas deben estar conscientes de que adquirir documentos de origen dudoso, por más interesantes que estos resulten, podría alentar el comercio ilegal. Deben cooperar con otros archivistas y con las instancias de procuración de justicia involucradas en la captura de personas sospechosas de robo de documentos de archivos.

05 El archivista debe documentar y justificar sus acciones con respecto al material archivístico.

El archivista se avoca a las prácticas correctas de custodia de archivos a lo largo del ciclo vital de los documentos y coopera con los generadores
de la documentación para crear nuevos formatos y prácticas de administración documental. No sólo se preocupa de adquirir nuevos documentos, sino que también se asegura de que la nueva información y los nuevos sistemas archivísticos sean incorporados desde el inicio para preservar archivos valiosos.

El archivista que trata con los funcionarios encargados de la transferencia documental, o con los dueños de los documentos, debe tomar decisiones justas considerando, cuando esto sea posible, su autoridad para transferir, donar o vender, así como los acuerdos económicos y sus beneficios, los planes para su procesamiento, los derechos de autor y las condiciones de acceso.

El archivista debe llevar un registro permanente que dé cuenta de los accesos, de la conservación y de todo el trabajo archivístico realizado.

06 El archivista debe promover el acceso más amplio posible al material archivístico y ofrecer un servicio imparcial a todos los usuarios.
El archivista facilita la búsqueda de información creando métodos particulares y generales para todos los documentos bajo su custodia.
Ofrece orientación imparcial a todo usuario y emplea los recursos disponibles para ofrecer las mejores opciones de servicios.

Desalienta las restricciones absurdas o excesivas para el acceso y el uso de los documentos, pero puede sugerir o aceptar como condición para la consulta, restricciones claras y previamente establecidas de duración limitada. Debe observar celosamente y aplicar imparcialmente todos los acuerdos hechos al momento del préstamo, pero en su afán por conseguir la liberalización del acceso a los documentos y a la información, estará pendiente para renegociar las condiciones, de acuerdo al cambio de los tiempos y las circunstancias.

El archivista responde cortésmente y con ánimo de ayudar al usuario, a todos los requerimientos razonables en torno a los acervos, y promueve el mayor uso posible de estos, cuidando siempre de cumplir con las políticas institucionales, la reservación de los acervos, las consideraciones legales, los derechos individuales y los acuerdos establecidos con el donante. Explica las restricciones pertinentes a los usuarios potenciales y las aplica equitativamente.

07 El archivista debe respetar el acceso y la privacidad actuando dentro de los límites de la legislación pertinente.

El archivista cuida que la privacidad personal, corporativa y la seguridad nacional sean protegidas sin por ello destruir información, especialmente en el caso de los documentos electrónicos para los que la puesta al día y la eliminación de los mismos es una práctica común. Tiene que respetar la privacidad de los autores y de los individuos que aparecen en los documentos, especialmente de aquellos que no tuvieron ni voz ni voto en la manera en la que se iba a disponer de los materiales.

08 El archivista debe utilizar la confianza depositada en él para el bien común y evitar usar su posición privilegiada para beneficio propio o de otros.

El archivista debe evitar las actividades que perjudiquen su integridad profesional, su objetividad o imparcialidad. No puede beneficiarse económicamente o de ninguna otra forma a título personal en detrimento de las instituciones, los usuarios o los colegas.
El archivista no puede hacer acopio de documentos originales en su área de responsabilidad ni participar en ningún tipo de comercio con documentos. Tiene que evitar cualquier actividad que a los ojos del público pudiera generar la sospecha de que existe un conflicto de intereses.
El archivista puede usar los acervos de su institución para investigación personal y publicaciones, siempre y cuando los utilice en los mismos términos establecidos para los demás usuarios que consultan el mismo acervo. No puede revelar ni usar la información obtenida gracias a su posición sobre acervos de uso restringido. Puede revisar y comentar sobre el trabajo realizado por otros en el mismo campo, incluyendo el trabajo basado en documentación de sus propias instituciones.
El archivista no debe permitir a personas ajenas a la profesión interferir en su trabajo y en sus obligaciones.
No debe permitir que su investigación personal y sus publicaciones interfieran en su adecuado desempeño profesional o en la labor administrativa para la que fue contratado.
Cuando utilice los acervos de su institución, el archivista no deberá emplear su conocimiento sobre los trabajos no publicados de otros investigadores sin antes comunicar sus intenciones a los mismos.

09 El archivista debe procurar la excelencia profesional y la actualización de sus conocimientos archivísticos de forma sistemática y continua, compartiendo los resultados de sus investigaciones y experiencia.

El archivista debe empeñarse en desarrollar su conocimiento y capacidades profesionales para contribuir al cuerpo de estudio de su gremio, asegurándose de que aquellos cuyo entrenamiento o actividades supervisa, estén preparados para llevar a cabo sus tareas de una manera eficiente.

10 El archivista debe promover la conservación y el uso del patrimonio documental de la humanidad trabajando de manera conjunta con los miembros de su comunidad y con otros profesionales.

El archivista debe alentar la cooperación, evitar conflictos con sus colegas de profesión y resolver cualquier dificultad, con la promoción del cumplimiento de las normas archivísticas y de ética. Debe cooperar con los miembros de profesiones relacionadas bajo las bases de un mutuo respeto y comprensión.


12 comentarios:

Unknown dijo...

hola , un saludo para todos , comparto mucho la informacion y es grato saber que compartan este tipo de cosas para quienes quieran informarse mas.

algo dijo...

El archivista en colombia tiene muy poco campo de conocimiento referente a su labor , lamentablemente el oficio archivistico no se ha tomado con premerito y mucho menos con la verdadera importancia que tiene con la sociedad, los documentos con suma informacion y de gran importancia como lo hace este blog deberian tener un lugar mas amplio , ya que sin pruevas ni papeles en colombia no se toma en cuenta nada, atravez de ellos se tomaria un uso correcto de la informacion y asi , talvez tendriamos una mejor conciencia social ... Fabian simbaqueba

Unknown dijo...

Se puede ver la forma en la cual ha evolucionado la profesión de archivista ya que antes no se necesitaba muchos conocimientos para poder serlo,solo con un cartón de bachiller cualquier persona podía ejercer este trabajo y hace poco fue que el papel de archivista cogió un poco de importancia,ya que era uno de los papeles donde no tiene importancia alguna;ahora el archivista debe tener un excelente perfil profesional y también buena base en conocimientos.
Los archivistas suelen ser personas muy importantes ya que deben proteger la integridad del material archivistico,son encargados de muchas cosas.
Jean Marco Afanador.

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

El archivista en tiempos anteriores simplemente era la persona del archivo, alguien en un rincón, un pésimo sitio de trabajo inclusive poca iluminacion y ventilacion, adicional un salario básico sin mayores beneficios. Al pasar los años por la asociación de archivistas se ha ido dando a conocer este campo, también la ley ha ido exigiendo la obligación de conservar ciertos documentos en excelente estado y por determinado tiempo, esto quiere decir que ya una persona con su bachiller necesita un titulo adicional (técnico, tecnólogo, universitario, etc), para poder ejercer esta ocupación, ya que tendrá que estar actualizado según la ley 594 de 2000, para mantener los documentos en perfecto estado y con las condiciones establecidas, ya no será en un lugar incómodo, si no un área específica de archivo donde el empleado no se sienta encerrado y los documentos tengas una buena ubicación sin afectar su condición.

Adicional es una aspecto importante ya que mucha información se ha ido perdiendo con el tiempo, por falta de "cultura archivística", ya que desde el hogar hasta nuestros empleos, en algun momento se tiene que archivar, para concluir, el perfil del archivista suena muy interesante, un cargo de mucha responsabilidad, y necesario para nuestra sociedad y economía.

Unknown dijo...

Es grato saber que desde los tiempos atrás se llevaba este proceso de los "archivos", ya que con ello hoy en dia es de gran utilidad, y por ende se tiene mucha información que es necesaria para ciertos aspectos. Este tema es muy interesante, pero en esa época que fue creada y trabajada no era tan relevante como para guardar ciertos archivos y por eso la gente que ejercía ese cargo era escasa y no tenían cierta disciplina para practicarlo, por lo tanto se generaba la baja en este empleo.

En la actualidad existen profesiones como tales para lograr un buen desempeño en este cargo de ser "archivista", las condiciones son mucho mejores de trabajar y la tecnología es de gran utilidad, pero lo mas importante es el conocimiento del individuo ya que ejecuta cierta información y es el encargado de los repertorios almacenados. En fin, Un buen Archivista es aquel que es justo, disciplinado y comprometido con su labor.

Maryi Lizeth Hernandez.

Anónimo dijo...

En el proceso histórico nos podemos dar cuenta con este documento del papel que ha ocupado el archivista, este no tenia mucha cavidad y ocupaba el ultimo lugar en las organizaciones, no tenia la misma importancia; pero esto también se debe a que no tenían reglamentación para el debido proceso de los archivos y esto mismo hacia que no le dieran gran relevancia.

la educación era nula, solo bastaba con tener un bachiller y ademas su salario no era muy interesante. Gracias a que algunos pocos quisieron que esta labor se implementara mejor como debía ser el papel del archivista tuvo más relevancia.

También es bueno saber que hoy en día poseemos una ley que es la 594 del 2000 que nos da la oportunidad de informarnos y regla mentarnos sobre el debido proceso de manipulación de un archivo. yo considero que este papel es de gran importancia para el mundo entero y que es relativamente necesario ya que nosotros sin darnos cuenta desde pequeños y en cualquier campo archivamos, pero es bueno saber insisto que en este momento se le de el valor que tiene un archivista y que ellos mismo también le den el valor que poseen.

PAOLA ANDREA RUIZ AMADOR

algo dijo...

Maria , comparto tu manera de ver el perfil del archivista , me parece tambien muy importante el perfil del archivista ya que es de suma importancia .. Gracias ...fabian simbaqueba

Unknown dijo...

Marisol Vergara los archivos son documentos necesarios para guardar información en cualquier campa y es por esto que se necesitan un personal y un lugar donde se desarrolle el poseso de archivador que este regido por una institución a nivel nacional y una compleja red de manejo de volumen de documentos y es ca donde en Colombia falla al fomentar y egresar personal el cual pueda cumplir por esta labor ya que la salle era la única universidad que egresaba profesionales archivistas y el sena como tecnologos; uno de los atrasos del país en toda su materia de información es la falta de interés y de personar para que lleven un registro de todos los documentos, procesos legales y proyectos creados en Colombia. en la actualidad este atraso se a intentado combatir con profesiones como bibliotecologo y archivitas por las universidades como los andes y la universidad javeriana.

Unknown dijo...

Me parece genial que nos brinden este tipo de información es una profesión demasiado importante en todos los campos y que ahora gracias a la ley 594 del 2000 nuestros archivistas estan en un buen lugar digno de trabajar.

Unknown dijo...

BUENAS TARDES

me pareció interesante lo expuesto en este articulo ya que a los archivistas antes no tenían ningún valor tanto así que no le pedían estudios universitarios. crearon una asociación de archivistas ACAR la cual quebró por falta de respaldo y de gestión de los mismos integrantes de la asociación, donde la asociación se intereso en el bienestar de los socios y no de la profesión, se debe destacar en este proceso la intervención de la universidad LA SALLE quien lidero la defensa de los archivistas dándoles su valor profesional se observa que lo mas importante de un archivista es proteger la integridad de los bienes documentales de una empresa o nación
ANGIE MILENA ALVAREZ CASTIBLANCO

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.